5 cosas que aprendí a no escuchar de la gente que no valora el arte

5 cosas que aprendí a no escuchar

El otro día tuve una conversación muy interesante con Lana Neble en la que estuvimos reflexionando sobre lo poco que se valoran las profesiones artísticas. Es un tema muy de actualidad hoy en día, ya que gracias a la difusión que favorecen las redes sociales, se han «denunciado» públicamente situaciones en las que distintas personas pretenden aprovecharse de forma gratuita del trabajo de un artista (ilustradores, fotógrafos, actores y un largo etcétera). Justo un par de días después de tener esa conversación, leí el post ¿Cuándo debes trabajar gratis? de Julia Puig y la verdad es que aunque no se centra en hablar de esas situaciones, sí hace alguna mención al tema, por lo que me hizo volver a pensar en ello. Y me da rabia ver que es un tema que, nos guste o no, está ahí siempre. Que tenemos que defendernos, justificarnos y proclamar que lo que hacemos es también trabajo. Aunque mucha gente no lo vea.

A pesar de que todavía no he entrado en la dinámica de cobrar por mi trabajo, tengo pensado montar mi negocio de fotografía cuando termine la universidad en mayo, y ante esta perspectiva ya he visto a gente que no valora el pagar por servicios como la fotografía. Se han dado incluso casos hace tiempo (mucho antes de plantearme dedicarme de forma profesional a la fotografía) de gente que se ha querido lucrar indirectamente con unas posibles fotos hechas por mí (ya que les servían como pase de entrada a un trabajo) y se escandalizaron cuando les dije que en esas circunstancias les cobraría. Si antes de entrar en el mundo laboral artístico, ya me he visto en estas situaciones, no quiero imaginarme lo que ocurrirá cuando me encuentre de lleno en él. Así que mi pequeño grano de arena para motivar a los que se encuentran en estas situaciones (y recordármelo a mí misma) es esta recopilación de 5 cosas que aprendí a no escuchar de las personas que no son conscientes del valor del trabajo artístico.

1 – No tienes los estudios necesarios

Esto es algo que me ha hecho sentir insegura en muchas ocasiones. ¿Hasta qué punto puedo cobrar por mi trabajo sin tener unos estudios profesionales al respecto? Esto puede aplicarse a cualquier campo y la respuesta, en realidad, es la misma. En toda profesión artística, los estudios son un complemento OPCIONAL. Lo más importante está dentro de ti. Hay verdaderos artistas ahí fuera, creando auténticas obras maestras, que no tienen estudios. De hecho, si no tienes suerte, muchas veces esos estudios te aportan cosas negativas, como profesores que quieren que hagas las cosas a su manera, que te desaniman o que restringen tu creatividad a lo técnicamente correcto. Seguro que también se aprenden muchas cosas, pero no es la única manera de aprender. Si hablamos de arte, no hay reglas que aplicar. Tu trabajo gustará a unas personas y disgustará a otras, y eso le ocurrirá a CUALQUIERA, con estudios o sin ellos. Si tienes las ganas, el tiempo y el dinero para estudiar de forma profesional aquello que te llena: adelante. Si no es así; tranquilo, no es el fin del mundo. Puede ser un PROFESIONAL en mayúsculas sin ellos. Hay un vídeo muy interesante en relación a esto de Carrie Hope Fletcher que resume con su experiencia todo esto.

2 – No puedes pretender vivir de ello

Bueno, ¿quién dice eso? ¿Quién tiene la verdad universal de lo que es correcto o no hacer? Una cosa es ser realista, y otra no tener aspiraciones. Hace unos meses nadie me habría dicho que me atrevería a intentar dedicarme a algo tan «inestable» como el arte. Como sé que es difícil (y eso lo tengo claro antes de empezar), mis planes son, inicialmente, combinar la fotografía con un trabajo por cuenta ajena. Voy a dedicarme en cuerpo y alma a mi negocio por cuenta propia y si, con suerte, todo sale bien, llegará un momento en que pueda servirme para pagar las facturas. Eso no quiere decir que me parezca mal lanzarse a la aventura e intentarlo de cero, sin otra alternativa. En mi caso, quiero tener algo a lo que aferrarme mientras voy construyendo mi negocio; pero me parece completamente respetable que otra persona decida dedicar el 100% de su tiempo a intentar que salga bien desde el minuto 1. Cada uno es consciente de lo que hace. Y, creedme, alguien que se arriesga a algo tan «complicado» como vivir del arte, ha valorado todo lo que puede salir bien o mal. Sí, puedo pretender vivir de ello, porque si no lo pretendo, nunca voy a conseguirlo.

3 – ¿Por qué cobras por «x» si es algo que te gusta hacer?

Que me guste hacer algo no significa que eso no tenga un valor. Hay mucho trabajo, tiempo y también dinero detrás. En el caso de la fotografía, una cámara mínimamente buena, unos objetivos básicos y algunos otros complementos suponen un presupuesto importante. Y eso ocurre en todas las disciplinas. El que dibuja, ilustra, pinta, etc. necesita materiales. El que escribe un libro también invierte en él. Y olvidémonos del dinero. Hay mucho tiempo detrás. Tiempo. Y, sí, valoro mi tiempo y mi esfuerzo; no sólo se paga lo material, aunque parece ser que tenemos el capitalismo demasiado instaurado en nuestras mentes como para ser capaces de ver esto.

También está la variante «¿Por qué cobras por X si a ti no te ha costado nada?». Más de lo mismo. El argumento es el mismo. Y si nos ponemos exquisitos, también hay gasto de electricidad (editar las fotos en el ordenador, hacer diseños, desarrollar una web…) y de otras mil cosas que se pueden aplicar a lo que un artista hace. Pensemos un poco antes de juzgar algo.

4 – ¿Quedamos para una sesión de fotos?

Oh, esto me ha ocurrido un montón de veces y hasta que no lo he visto con perspectiva no me he dado cuenta de que en realidad también se estaban aprovechando de mí. Una petición muy común de los amigos es «tráete la cámara» y nos haces fotos. En sí mismo, eso no tiene por qué tener nada de malo. El problema es cuando se convierte algo sistemático y nadie te pregunta tu opinión. La pregunta nunca ha sido: ¿Te apetece traerte la cámara y hacernos fotos? Siempre se ha dado por hecho que, como me gusta la fotografía, estoy deseando llevarme la cámara a todas partes. No siempre es así. Si voy con unos amigos a dar una vuelta, no tiene por qué apetecerme estar haciéndoles fotos. Esta parte no creo que se haga con mala intención, pero termina fastidiando este «encasillamiento» en el que tienes que ser un fotógrafo/ilustrador/actor/diseñador gráfico 24 horas al día.

5 – ¿Por qué tan caro?

Vuelvo al punto 3. Dependiendo de la profesión, algunas cosas tendrán un soporte físico (un cuadro, por ejemplo) y hay veces que la gente puede llegar a entender que se cobre por eso porque, claro, el artista ha invertido dinero en esos materiales. Pero cuando se indica el precio, oh, es más de lo previsto. Nadie calcula que el factor tiempo, el factor humano, el trabajo, también se cobra, también se paga. Pero cuando se llega a algo más «intangible», las cosas cambian. Una persona muy cercana a mí, cuando el otro día me quejé sobre este tema me dijo: claro, es que no es lo mismo un cuadro que una sesión de fotos. Si imprimes las fotos, vale, pero si no… ¿Cómo vas a cobrar por ello? Sobran las palabras. Creo que fue esto lo que más me ha costado «no escuchar», porque es una triste realidad el hecho de que mucha gente piensa así.

Pero por todo esto quiero recordarme la conversación con Lana. Da igual que muchas personas vean el arte de esta manera. No en todos los países ocurre lo mismo. Por desgracia, en España el arte está infravalorado. Pero seguiremos luchando. Seguiremos reivindicando la valía de nuestro trabajo. Seguiremos diciendo: No, al igual que tú, yo no trabajo gratis.

¿A vosotros os ha ocurrido algo similar? ¿Qué es lo que más os indigna de esta situación? ¿Hay algo que os anime a ignorar los comentarios negativos? Contádmelo en los comentarios; vuestros comentarios serán más que bienvenidos 🙂

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6 comentarios en “5 cosas que aprendí a no escuchar de la gente que no valora el arte

  1. El Librero Callejero dijo:

    Excelente reflexión, aplicable a muchos ámbitos del trabajo y de la vida. El punto 4 es el famoso «síndrome del informático». Tu conclusión del punto 2 es de una sensatez supina. A tus últimas preguntas yo contestaría que, cuando haces lo que te apasiona, cuando estás dedicado a » lo tuyo», eso ya funciona como un escudo protector. Sabes que estás en tu camino y que nadie te puede apartar de él. Cuando te sientes así supongo que puedes decir que has encontrado tu papel en esta vida. Y creo que es tu caso. ¡Felicidades y salta sin miedo!

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  2. Dori c.G. dijo:

    Me ha encantado tu reflexión Ester y no sabes cuánto te entiendo! En la calle está extendido el hecho de que trabajar no está relacionado con el hecho de sentirte realizad@, feliz y pletóric@… Pero se puede! Claro que se puede! Al final la pasión, el esfuerzo y el trabajo bien hecho siempre terminan teniendo una estupenda recompensa que cada día te empuja a ir un poquito más lejos 🙂 Vista al frente, ánimo y para adelante!
    ¡Un besazo!

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  3. ÓscarSejas dijo:

    Te daré mi punto de vista como «artista» si es que puedo llamarme así. El arte se valora muy poco en general y sobre todo el tiempo de las personas. Esto lo he visto de forma muy extendida en músicos que se quejan porque no les pagan por tocar o les pagan muy poco pero luego pretenden que las sesiones de fotos se las hagan gratis.

    Creo que también nos falta empatía y en lugar de ayudarnos, entre bomberos nos dedicamos a pisarnos la manguera. Ni siquiera tratamos de que sea simbólico «tú das-yo doy» ¿cómo vamos a pretender que los demás nos tomen en serio si no nos tomamos en serio ni nosotros mismos?

    Y como no artista pero informático que soy, decirte: mantente firme en la voluntad de cobrar. Un trabajo profesional lleva tiempo, esfuerzo y conocimientos y a no ser que por las razones que sea decidas que no se debe cobrar (pero que salga de ti, no de los morristas de siempre), cobra siempre, que la cámara, las tarjetas, las baterías, el ordenador, etc cuesta un dinero que estás poniendo tú de tu bolsillo aparte del tiempo que es de un valor incalculable.

    Salud.

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  4. Fabiola dijo:

    Me encanta tu punto de vista. Y sin embargo me ha pasado en el trabajo y hoy me toca invetigar para mi clase de arte y ahora comprendo la relacion que tiene el arte con cualquier trabajo.
    Felicidades!

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  5. Jose dijo:

    Al igual que tú, en el arte del dibujo y los cuadros es técnicamente igual, no es valorado y el arte en la persona «comun» sin ofender claro, solo logra impresionarlos, suele quedarse en que bonito, oye eres bueno, regalame un dibujo!!! en tu caso fotos y solo es momentaneo porque más tarde te volverán a ver con ojos de te gusta perder el tiempo en nada. Solo lo van a valorar cuando tu llegues a cierto punto en el que tienes difusión, seguidores y la gente se come el rollo de eres «artista» (solo ahora lo eres, cuando en realidad siempre lo fuiste). Es un camino duro, las redes sociales nos han dado una ventana, pero aun así es difícil. Espero sigas peleando por tu negocio y ya te estés solventando de la fotografia, estudialo mucho y consiguiras pulir tus habilidades, suerte!!!

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