Modos semi-manuales II: Abertura

Sigo con esta serie de entradas sobre los modos semi-manuales para las personas que aún no sepan manejar su cámara en modo manual y quieran aprender poco a poco. Si os perdisteis la anterior sobre la velocidad de obturación, podéis encontrarla aquí.

Para que comprendáis bien en qué consiste la abertura, voy a explicaros este modo semi-manual que en las Canon es el Av y en las Nikon el A. Este modo os permitirá cambiar los valores de la abertura mientras que la cámara ajustará la velocidad de obturación automáticamente para conseguir una foto bien iluminada. Si os veis inseguros aún, podéis colocar también el ISO en Auto para que os lo ajuste también la cámara. Así, sólo tendréis que cambiar un valor y ver la repercusión que tiene en vuestras fotos.

Esta abertura marca, principalmente, la cantidad de luz que entra a la cámara y rige también la profundidad de campo. Os será útil para decidir cuándo queréis tener un fondo desenfocado o cuando lo queréis todo enfocado. Todo ello, por supuesto, con términos intermedios y dependiendo del objetivo que utilicéis.

En función de los valores utilizados, ocurrirá algo así:

Gracias a Freepik por las imágenes

La imagen de la izquierda equivaldría a uno de los valores más bajos; por ejemplo f 3.5 (dependiendo de tu objetivo) y la de la derecha a uno de los más altos; por ejemplo f 22.

-Cuanto menor sea el número f de la abertura, más grande será ésta y más luz entrará, haciendo que las fotos tengan una profundidad de campo menor y el fondo aparezca desenfocado.

Como podéis ver, la palabra psicología ni siquiera tiene todas sus letras enfocadas. He utilizado una abertura f 1.4 y la cámara ha colocado una velocidad de 1/60 y un ISO de 400. El lomo aparece bastante más luminoso porque aunque el día está oscuro, la fuente de luz venía de esa ventana; pero lo que quería ilustrar es el tema del desenfoque, así que la foto vale para eso.

-Por el contrario, cuanto mayor sea el número f de la abertura, más pequeña será y dejará entrar menos luz. Conseguiréis así una mayor profundidad de campo y -si el número es alto- tener todos los elementos de la foto enfocados.

Como ya he mencionado, las condiciones de luz no son muy buenas hoy, así que al poner el abertura en f 22, la cámara ha ajustado una velocidad de 1/13 (muy lenta, por eso está algo desenfocada la imagen; no tenía el trípode a mano y a una velocidad tan lenta, la cámara detecta el movimiento de la mano) y un ISO de 12800. Este ISO es una barbaridad; a mayor ISO mayor grano en la foto. Pero obviamente, he ilustrado los extremos y sin tener en cuenta las condiciones de luz. Si queréis hacer una foto en la que todo aparezca enfocado, no es necesario llegar al extremo de una abertura de f 22. Pero bueno, esto también me sirve para que entendáis en qué afectan los cambios de estos valores. Obviamente, si estuviera haciendo una foto por gusto (y no para esta entrada), no habría utilizado un número f tan grande, y por tanto habría podido emplear una velocidad más alta y conseguir que la foto estuviera nítida.

El caso es que lo importante, al principio, es probar. Una vez tengáis  controlado todo esto sabréis que si las condiciones de luz no son muy buenas, aunque queráis tener todo completamente enfocado, no vais a poder utilizar un f 22. O que necesitaréis un trípode. Sabréis que a lo mejor conseguís el efecto deseado con otros valores, o que quizá tengáis que esperar a otra hora del día para hacer la foto. O incluso a otro momento. O quizá necesitéis unos focos. En realidad, no hay normas para esto. Cada uno tiene sus gustos y una vez sepáis la parte «teórica», podéis «romper las reglas» de lo que es técnicamente correcto en una foto, y seguramente transmitáis de esa forma muchísimo más. Desarrollaréis vuestro propio estilo. Pero primero tenéis que saber lo que estáis haciendo.

Así que lanzaos a la aventura y probad. Aunque os salgan fotos movidas como la de arriba. Equivocándoos es como podréis aprender.

Y ya sabéis que si queréis compartir vuestras pruebas, vuestras ideas u opiniones, podéis hacerlo en los comentarios, a través de las redes sociales o mandándome un correo. Estaré encantada de escucharos 🙂

Modos semi-manuales I: Velocidad de obturación

Como ya comenté en la primera entrada sobre el Primer contacto con tu cámara réflex, si acabas de iniciarte en el mundo de la fotografía, es mejor que seas consciente de que queda mucho para aprender y te lo tomes con calma. Sobre todo si estás estudiando algo que no está relacionado y a lo que obviamente le tienes que dedicar tiempo y esfuerzo, o trabajando a jornada completa y no te sobra muchísimo tiempo que dedicarle a esto.

Y aquí es donde entra la explicación de los modos semi-manuales. Antes de comprarme mi primera cámara reflex, yo creía que sólo existían dos opciones: o el modo manual o el automático, y me apunté a un curso de fotografía para aprender a usar el primero. Sin embargo, antes de dedicarnos en completo al modo manual, fuimos paso a paso aprendiendo los modos semi-manuales para comprender qué era la velocidad de obturación, la apertura, el ISO… Y de verdad que es algo muy útil.

Si aún no tenéis ni idea de lo que son o lo que implican estos términos, voy a hacer una serie de entradas explicando cada modo semi-manual y por tanto cada uno de los elementos, con fotos para que entendáis qué implica cada cambio.

La velocidad de obturación marca el tiempo durante el cual está entrando luz al sensor de tu cámara, lo cual tiene dos consecuencias en función de los valores que introduzcas: mayor o menos luz y mayor o menor movimiento en la imagen:

-A mayor velocidad, la luz entrará al sensor durante menos tiempo, por lo cual ésta será menor, y más fácil te será congelar una imagen en movimiento, como el agua de una fuente.

-Por el contrario, una velocidad menor permitirá que entre más luz (lo cual es especialmente importante en lugares menos iluminados) y captará el movimiento. Esto tiene una ventaja y un inconveniente. Si, por ejemplo, quieres captar el agua de una fuente moviéndose pero los objetos de aldedor son estáticos y quieres mostrarlos así, quizá sea necesario que uses un trípode para que no capte también el posible movimiento de tu mano al sujetar la cámara -por muy buen pulso que tengas, en velocidades lentas es probable que se capte ese leve movimiento. Estas velocidades servirán para darle dinamismo a las fotos, pero puede jugarte una mala pasada y estropearte una foto si no cuidas todos los detalles.

Y ahora vamos con los ejemplos. En este modo semi-manual, en función de los valores que tú escojas para la velocidad, la cámara automáticamente ajusta la obturación y el ISO para conseguir una foto con la iluminación necesaria, así que ahora sólo tienes que preocuparte por variar la velocidad para conseguir el efecto deseado. En las cámaras Canon, está indicado como Tv.

En esta fotografía para congelar el movimiento la velocidad que he utilizado ha sido 1/200, por lo que la cámara ha ajustado automáticamente la apertura en f/4 y para conseguir la luminosidad necesaria también ha aumentado el ISO:

En esta otra foto para conseguir captar el movimiento de la mano he utilizado una velocidad de 1/13; la cámara ha utilizado la misma apertura que en la anterior pero en este caso el ISO necesario ha sido menor (lo cual reduce el grano en la imagen).

La mejor manera de que comprendáis esto es practicando y probando (yo he hecho la demostración con unas fotos muy cutres, pero tenía que irme corriendo al trabajo y no me ha dado tiempo a más), centrándoos simplemente en ver las diferencias en los resultados en función de la velocidad. Yo he puesto dos ejemplos muy extremos, pero podéis captar movimientos más suaves en función de lo que sea que queráis mostrar en vuestra imagen. Poned el ISO en automático si de momento queréis comprender bien lo que es la velocidad y sólo tendréis que prestar atención a uno de los valores.

Tengo pensado hacer entradas similares a ésta con los diferentes modos semi-manuales para ayudar a quien esté empezando, así que si os ha parecido interesante o útil, decídmelo 🙂 (y prometo no demorarme tanto como esta vez)