5 consejos para organizarte y tener tiempo libre

tiempo libre

Llevo tiempo leyendo entradas sobre cómo organizar tu tiempo para tener horas suficientes para cumplir con las obligaciones, y no hago más que encontrar recomendaciones sobre aprovechar «tiempos muertos» como los viajes en transporte público o las esperas en el médico; todo esto sumado a la utilización de aplicaciones que te organizan hasta el tiempo libre.

Hay algunas cosas que me han parecido de utilidad, pero discrepo con otras enormemente, así que hoy voy a dar mi visión sobre el tema, con la experiencia de una estudiante a tiempo completo, en prácticas de lunes a viernes, trabajadora sábados y domingos, que además lleva un blog y escribe una novela. Hasta hace unas semanas, no me hubieran chocado esas recomendaciones, pero entonces topé con El arte y la ciencia de no hacer nada, de Andrew J. Smart. Lo que os voy a contar resulta de especial interés para las personas creativas, pero creo que todos tenemos de algún modo un pequeño artista dentro de nosotros, así que su utilidad se puede aplicar a todo el mundo.

Desde hace algún tiempo venía pensando que, a pesar de llevar años en estancamiento creativo, de vez en cuando me venía una inspiración muy fuerte, en momentos en los que simplemente venía de comprar el pan sin hacer absolutamente nada por el camino, o cuando aprovechaba la hora de vuelta de la universidad para, simplemente, mirar por la ventana. Pero precisamente en esos momentos no podía dedicar mucho tiempo a desarrollar la idea, y ésta se terminaba desvaneciendo. Algo después me topé con este libro que, sin que yo lo hubiera esperado, respondió a mi pregunta de por qué siempre me venía la inspiración en estos momentos. Es un libro bastante interesante que os recomiendo leer, y que básicamente defiende la necesidad de no hacer nada para ser más creativos y productivos. Estamos en un momento de la historia en que programamos hasta nuestro tiempo libre, de forma que, finalmente, nuestro cerebro no llega a descansar ni en esos momentos, lo cual repercute negativamente en nuestra creatividad.

Hace casi dos semanas dejé el trabajo que tenía los fines de semana, por lo que a día de hoy tengo sábados y domingos «libres» (hacer cosas de la universidad, del TFG, el blog y algo de descanso), pero aún así apliqué esto cuando trabajaba de lunes a domingo, y os adelanto que me daba tiempo a todo, aunque a veces tuviera la sensación de que no era así. Mi productividad aumentaba por permitirme momentos de descanso no programados, por lo que al final terminaba siendo más eficiente y me cundían más las horas. Después de esta supuestamente breve introducción, ahí van mis 5 consejos:

1 – No planifiques todo tu tiempo

Es cierto que a veces los trayectos del autobús o momentos similares pueden servirte para aprovechar el tiempo en cosas que tienes que hacer, pero mi consejo es: No cuentes con este tiempo. De esta manera, tu cerebro no sentirá la presión de que DEBE aprovechar ese rato, de que cada segundo de tu día está planificado y debe ser milimétricamente seguido. Y, #23F (1)contrariamente a lo que pueda parecer, el día que sí dediques este tiempo a hacer cosas serás más productivo y lo harás con más ganas. Siguiendo esta «norma», a veces he dedicado los trayectos al trabajo/universidad a simplemente mirar por la ventana, escuchar música o leer, pero me he dado cuenta de que cuanto más me he permitido esta «desconexión», mayores han sido las ideas que se me han aparecido para temas o mejoras de blog, asuntos del Trabajo de Fin de Grado y similares. Por no forzarme a repetirme «tengo que preparar esto en este tiempo», he logrado hacer eso y mucho más sin presión y de forma natural.

2 – Posiciona prioridades

Como os he contado, hace unas semanas trabajaba de lunes a domingo y, en realidad, aunque estaba agotada, conseguía terminar todo a tiempo. Finalmente decidí dejar el trabajo de los fines de semana por varios motivos y, entre ellos, estaba el hecho de que hice balance y llegué a la conclusión de que me compensaba cobrar algo menos al mes (ya que realmente, no necesito el dinero porque vivo con mis padres) y mantener sólo el sueldo de las prácticas, a cambio de tener más tiempo libre que dedicar tanto al descanso como al blog y la universidad. Además, trabajaba de camarera, por lo que tampoco era algo beneficioso para mi experiencia profesional ya que no es de eso de lo que quiero trabajar. Si estás en una situación similar, ocupada la mayor parte del día, párate a pensar qué cosas son verdaderamente importantes. Quizá te dés cuenta de que hay algunos aspectos prescindibles. A lo mejor es más importante jugar con tus hijos que tener la casa como los chorros del oro. O quizá ese blog al que le estás dedicando tanto tiempo no te aporta tanta satisfacción como esperabas. A veces malgastamos tiempo en cosas que tal vez no son tan necesarias, y reflexionar sobre ello puede ser de gran utilidad.

3 – Organízate «a la baja»

Otra cosa que me ha servido bastante es hacer una planificación general de lo que quiero hacer (1 entrada del blog por semana, terminar x parte del TFG antes de x día, etc.) teniendo en cuenta los imprevistos que puedan surgir (ya sea algún incidente o haber llegado a casa del trabajo más tarde de lo previsto y no verme con fuerzas). Así, si por ejemplo tengo que preparar el guión de un reportaje, reparto este trabajo en 3 días aunque sé que puedo terminarlo en 1. Pero de esa manera, si lo termino el día 1, tendré el tiempo planificado de los otros 2 días para descansar o hacer otras cosas; y si el día 1 me siento inspirada para hacer otra cosa en la que voy a ser más productiva, en ese momento no tendré la presión de que DEBO hacer el guión YA, porque sé que me quedan otros 2 días. Esto no se trata de hacerte trampas a ti mismo retrasando tus obligaciones, sino de ser consciente de en qué vas a ser más productivo y aprovechar esa flexibilidad de tu planificación.

4 – Vigila tu salud mental

A veces no nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias sobre nosotros mismos, y nos olvidamos de que el agotamiento mental es tan importante como el cansancio físico. Si llevas un ritmo de vida frenético, quizá estés ganando puntos para sufrir un ataque de ansiedad o experimentar un bloqueo en algún aspecto de tu vida, pero estás tan ocupado que no lo ves venir. Párate de vez en cuando a preguntarte si te encuentras bien. Sé consciente de hasta qué punto el ritmo de vida que llevas está afectando a tu bienestar.

5 – Oblígate a descansar

Practice 12En relación al punto anterior, el descanso y la desconexión son necesarias. Para mí el sueño es una prioridad grandísima. Antes solía acostarme tarde por estar leyendo hasta las tantas, pero no llevaba el mismo ritmo de vida que ahora. Actualmente soy incapaz de acostarme muy tarde, estoy realmente cansada y necesito dormir. Pero no sólo me refiero a este tipo de descanso. No se puede pasar el día entero haciendo únicamente cosas que tienes que hacer y no aquellas que te apetece hacer. Como decía antes: no planifiques tu tiempo libre, pero asegúrate de disponer de libertad para hacer algo que te guste en algún momento del día. En mi caso, tengo la suerte de que me encanta leer blogs, y eso al mismo tiempo es algo que me conviene para algunas de mis obligaciones, ya que puedo conseguir información sobre aspectos legales del negocio que pretendo montar y sobre construir una marca personal. De esta forma obtengo entretenimiento y «productividad» al mismo tiempo. Pero no siempre optimizo el tiempo. A veces leo novelas, juego a algo, escucho música o salgo por ahí. Descansa, DESCANSA, oblígate a descansar.

Como decía al principio, he estado leyendo en muchos blogs consejos que son, básicamente, la cara opuesta de lo que yo os estoy contando, pero creo que merece la pena enfocar las cosas de otra manera e intentar estar mejor dentro de nuestras obligaciones.

A vosotr@s, ¿qué os han parecido los consejos? ¿Cuáles son vuestras formas de organizaros y la experiencia con ellas? Me encantará escuchar vuestras ideas, quizá me sirvan a mí también.

¡Hasta pronto!

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10 comentarios en “5 consejos para organizarte y tener tiempo libre

  1. El Librero Callejero dijo:

    Muy interesante reflexión. Fíjate cómo de esa actitud que denuncias se llega a la conclusión de que no hacer cosas funcionales y utilitarias es «no hacer nada». Y sin embargo siempre hacemos: ahora estoy descansando, ahora estoy dormitando, ahora me estoy balanceando en un columpio, ahora estoy esperando en una esquina de la calle… La única forma de » no hacer nada» es estar muertos. La cuestión central es: qué cosas hemos elegido hacer y cuáles hemos descartado de nuestras vidas en los últimos años. En esto, la utilización masiva de pantallas táctiles (tablets, iPads, smartphones) nos ha ganado la batalla a los humanos. Ya no sabemos esperar, contemplar ni descansar, por la sencilla razón de que estamos siempre y en cualquier hueco temporal que tenemos disponible, enganchados a la Máquina. Y sin ese tranquilo compás de relajación y espera, el riesgo es perder nuestra naturaleza humana (con todas sus posibilidades y maravillas) en manos de la Máquina. Toda advertencia es poca… Os dejo un enlace para ampliar información (y conciencia): http://www.saldelamaquina.WordPress.com

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    • esterlegaz dijo:

      Cierto es lo que dices, no lo había visto de esa manera. ¡Claro que estoy haciendo algo: mirar por la ventana! Hay que disfrutar de esas otras cosas que también se hacen aunque se vean como algo pasivo. Interesante comentario e interesante link 🙂

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  2. Manu Sánchez dijo:

    Yo estoy un poco en tu línea, dejar tiempos de descanso, tiempos muertos de no hacer nada o, simplemente, de hacer lo que te gusta, en mi caso, mi horita diaria de música no me la puede quitar nadie, es como mi terapia, si no la escucho un día me siento raro y me vuelvo más irascible y, como tú dices, los mejores momentos para crear y para que te lleguen ideas a la sien son esos, los que estás haciendo algo que no requiere de un gran esfuerzo mental. Buena entrada, al final me ha gustado la idea que propones, yo intento hacer lo mismo, a veces lo consigo, otras no tanto 🙂

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    • esterlegaz dijo:

      La desconexión es necesaria, como dices, Manu. Yo creo que hay que probar distintas formas de funcionar, de trabajar y de tomarse la vida y descubrir cuál es la que más nos beneficia en todos los aspectos. Me alegra que al final te haya resultado interesante la idea, a pesar de todo.
      ¡Un abrazo! Y gracias por tus comentarios y tu interacción 🙂

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  3. ÓscarSejas dijo:

    Nunca he sido muy capaz de llevar una planificación a rajatabla así que funciono un poco por objetivos. Me apunto en una lista (mental normalmente) las cosas que quiero conseguir y no me fijo un plazo demasiado agobiante para ello. Normalmente exagero mucho los objetivos, porque sé que no podré llegar a esa cifra (ej: escribir 10 relatos en un mes) pero sí que sé que recordando que me puse ese objetivo voy a escribir alguna cosa. Soy un poco básico, en el sentido de que si llego al objetivo me premio de alguna manera, así me animo un poco a pensar que me merece la pena llegar al target.

    Y lo del descanso es fundamental. Hubo una época de mi vida que me daba exactamente igual y dormia nada y menos. Ahora no me permito esos excesos porque sé que el cansancio hace que cada vez esté más bloqueado, agobiado y lejos de mis objetivos. Y se acumula y acumula y aunque duermas un día un montón de horas no recuperas lo perdido.

    Mi autoreflexión y cuestionamiento es continuo. Siempre valoro el motivo de mis acciones y lo que me aportan y si no me están aportando nada más que insatisfacción vital: lo dejo, aunque lleve mucho tiempo haciendo algo. Creo que lo peor que nos puede pasar es adquirir una rutina dañina y no alejarnos de ella simplemente por eso, porque es una rutina.

    Y en cuanto a tu parte personal de dejar el trabajo de los findes y las razones para ello creo que tomaste una decisión muy acertada y diría que necesaria para tu salud mental y física.

    ¡Salud!

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    • esterlegaz dijo:

      Coincido contigo en cuanto a la planificación. Hay gente que es capaz de cumplir con una división y planificación del trabajo muy detallada, pero a mí me agobia, porque si luego no cumplo con ello, por h o por b, me siento fatal conmigo misma y al final no hago nada en días. Creo que tanto lo que yo comentaba de organizarse a la baja como tu idea de planificar a la alta son las formas más efectivas de trabajar, porque implican cierta flexibilidad que libera la mente y nos hace estar más satisfechos.

      Ojalá más gente fuera capaz de autoevaluarse y rompiese con las cosas que les hacen mal o que, sencillamente, no les aportan nada. Haces bien en ser capaz de romper con la rutina si no te hace bien. A mí me costó bastante tomar la decisión del trabajo, porque llevaba casi 2 años en ese trabajo, y estaba acostumbrada a ello, al sueldo… Pero me dije que si lo seguía retrasando al final no lo iba a hacer nunca, y lo necesitaba.

      Gracias por tu comentario, Óscar. Es muy interesante leer tus reflexiones, como siempre 🙂

      Un abrazo.

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  4. Chechu Rebota dijo:

    Muy interesantes tus consejos, ultimamente me he dado cuenta que ni rindo como antes ni descanso cuando termino con mis obligaciones y me he dado cuenta que en cierta forma es porque no solo no me organizo bien, sino que además nunca consigo desconectar. Espero que con tus consejos y poniendo mucho de mi parte pueda organizarme mejor. Gracias.

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    • esterlegaz dijo:

      Gracias por tu comentario, Chechu. Me alegra que te haya resultado interesante. Yo creo que llega un momento en la vida, más tarde o más temprano, que nos damos cuenta de que algo no va bien en nuestras rutinas y en la forma en la que estamos haciendo las cosas. Por eso es importante pararse a respirar a veces.
      ¡Espero que te sirvan los consejos y empieces a organizarte mejor y, sobre todo… a relajarte!

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